
Con melancolía el capitán mira hacia atrás, solo mar logra
divisar. El navío está cargado, muchos tienen sus esperanzas en llegar a
destino, encontrar el éxito y riquezas prometidas.
El viaje a un nuevo continente es arduo para todos, surgen
dudas ¿Es el trayecto correcto? ¿Llegaremos a destino? ¿Las provisiones serán suficientes?
¿Es posible dar marcha atrás? Solo la fe y la esperanza de un futuro mejor dan ánimos
para continuar.
El capitán comenta a la tripulación que hace más de 500 años
atrás se realizaban viajes similares en busca de éxito, con pequeñas
diferencias. Estos viajes iban en sentido opuesto, de Europa a África en navíos
de madera y sus tripulantes llamados colonizadores y aventureros, y no de África
a Europa en navíos inflables, ni llamados inmigrantes ilegales.

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